El licor podría tratarse de un Veuve Cliquot, de finales del siglo XVIII, y tendría un valor de más de 48.000 euros por botella.
Se desconoce si en el cargamento del barco naufragado hay más muestras del champán
Un equipo de buzos ha encontrado varias botellas del supuesto champán más añejo del mundo, elaborado a finales del siglo XVIII, cuando se encontraban explorando un barco hundido en el mar Báltico.
"Recogí una botella de champán y justo entonces pude poner fecha al naufragio, porque no habíamos encontrado (...) detalle alguno que nos pudiese dar una pista sobre el nombre del barco", ha dicho el buzo Christian Ekstrom.
Ekstrom y sus compañeros suecos han abierto la botella y saboreado su contenido.
"Fue fantástico (...) Tenía un sabor muy dulce, sabía a roble y tenía un olor muy fuerte a tabaco. Y había burbujas muy pequeñas", ha dicho.
Los expertos han dicho que la forma de la botella denotaba una procedencia de finales del siglo XVIII, y la botella y su contenido se han enviado a especialistas franceses en champán para ser analizado.
"Estamos seguros en un 98% de que se trata de champán de la marca Veuve Clicquot y de que probablemente fue embotellado entre 1772 (año en que se estabilizó el negocio) y 1785", ha dicho Ekstrom, añadiendo que el barco de carga se dirigía seguramente hacia San Petersburgo, por aquel entonces capital de Rusia.
Ekstrom ha agregado que habían encontrado la bebida en su primera inmersión, y que aún no sabían cuántas botellas hay en el barco naufragado ni qué otros cargamentos contiene.
El actual título del champán más antiguo del mundo lo ostenta el Perrier-Jouet, que cuenta con dos botellas del año 1825.
Richard Juhlin, un especialista sueco en champán, ha dicho al periódico Alandstidningen que cree que se trata de un Veuve Cliquot y ha explicado que, en caso de ser de finales del siglo XVIII, podría costar alrededor de 500.000 coronas (unos 48.184 euros) por botella.
Debido a que el barco naufragado yace fuera de las islas de Aland, una parte autónoma de Finlandia, las autoridades locales decidirán qué hacer con los restos del barco y con el champán